Por: Héctor Albores
Lizmark junior nos manifiesta su sentir
tras la muerte de su padre, he aquí sus palabras
Estoy muy triste, se va mi padre, se va
mi mentor, siempre se dice que el primer súper héroe o ídolo es su
padre y en mi caso fue una satisfacción doble pues el fue mi papá y
mi ídolo en el ring.
Se que se va tranquilo por que todo lo
pudo cumplir arriba del ring, puso mucho empeño en su preparación y
se va en paz, se va como un grande.
Este ultimo mes la pasamos juntos muy
seguido, estábamos en mayor comunicación y había comenzado a
entrenar nuevamente, no con la intensidad que cuando era luchador
pero contagiaba su alegría y felicidad que le causaba el retomar sus
entrenamientos.
Mi padre difícilmente se quedaba
callado, era muy recto pero le gustaba decir las cosas de frente, fue
alguien muy honesto con el mismo y con todos los demás.
Yo despido contento y orgulloso a mi
papá por que se va como una leyenda, dejó tras el una gran
trayectoria arriba de los encordados.
Realmente no esperaba la respuesta tan
grande de la gente, fue algo muy agradable dentro del shock que me
causó su muerte el leer las muestras de apoyo de los aficionados y
las interminables llamadas al celular que recibí por la noche que me
dejaron entrever realmente lo querido y admirado que fue mi papá.
Poca gente sabe sabe que cuando mi papá
llegó de acapulco fue el Sr Blue Demon el que apoyó a mi padre en
los entrenamientos, el profesor dijo que Lizmark en ese momento era
un diamante en bruto y solo faltaba pulirlo para llegar a ser
estrella y ambos casualmente se fueron en la misma fecha.